viernes, 15 de julio de 2011

RESPUESTA A NATALIA COLMENARES

Fernando Belaunzarán
Twitter: @ferbelaunzaran

El día de ayer, 14 de julio, Natalia Colmenares publicó en su blog y en el diario digital SDP un artículo sobre lo publicado en el periódico Reforma en relación a lo dicho por Andrés Manuel López Obrador a “los coordinadores de su movimiento en todo el país”, en el sentido de que él estará en la boleta de la elección presidencial de cualquier manera, a pesar del acuerdo que tiene con Marcelo Ebrard de realizar dos debates y tres encuestas para determinar al “candidato único” de la izquierda. En dicho texto hace referencia a mi persona, a lo que ella piensa que pienso, siento y haré, y me invita a debatir por twitter. El escrito se llama “Sobre AMLO ‘sí o sí’ y el debate con @ferbelaunzaran”, el cual se puede consultar en la siguiente dirección electrónica: http://www.natcolmenares.com/2011/07/sobre-amlo-si-o-si-y-el-debate-con.html

En dicho texto, Natalia expresa sus razones de por qué considera que AMLO debe ser candidato a la presidencia y es comparativamente superior a Marcelo Ebrard, pero le da la vuelta al punto fundamental de lo publicado por Reforma: La intención del excandidato presidencial para no cumplir con su palabra empeñada, que incluso es un pacto -según él mismo ha hecho público- de ir a un proceso de selección con su sucesor en la jefatura de Gobierno del DF.

Para tratar de justificar esa actitud de López Obrador, Colmenares adelanta un eventual conflicto para determinar al universo de los que debieran elegir al candidato en las encuestas acordadas. Nos dice que habrá lo que no puede si no considerarse un debate tan absurdo como insólito, pues nunca antes había sido un punto de discusión. Ella considera que sólo se debe considerar la opinión de aquellos que se consideren de izquierda, para que no vayan a decidirlo “príistas” o “panistas”, es decir, reducir el universo de encuestados al 15%, aproximadamente, de la población. En ninguna encuesta hecha por el PRD, incluyendo las que hizo AMLO siendo su presidente nacional o las que acordó hacer para determinar candidaturas en el 2000 en el DF o en todo el país en el 2006, se decidió la candidatura con ese criterio. Y es obvio el por qué. Los que pueden votar son todos los ciudadanos y el objetivo de este mecanismo es definir quién es el más competitivo.

Como la misma Natalia reconoce, AMLO es más fuerte en el voto duro de la izquierda, pero en la población en general no es así, y hoy existe un empate técnico entre los dos precandidatos, es decir, Marcelo tiene más presencia entre los indecisos, por eso es que lo empareja, y son éstos los que deciden la elección. Además, mientras Andrés Manuel carga con una losa de rechazo –más de un tercio de los ciudadanos afirma que nunca votaría por él-, Ebrard no tiene, ni de cerca, ese lastre. López Obrador está en una situación similar a la de Roberto Madrazo hacia el 2006: el voto duro consolidado, pero con un rechazo tan grande que no le permite tener posibilidades de triunfo.

Supongamos que se le cumple el escenario a AMLO, aquel que pregonaba antes de las elecciones del Estado de México y con el cual justificaba su polémica estrategia en esa entidad: un PAN caído y la polarización electoral entre Enrique Peña Nieto y él. ¿Para quién sería el voto útil? El rechazo al tabasqueño en las encuestas indica que favorecería al mexiquense y también la lógica. ¿Alguien piensa que el voto panista se iría con el Andrés Manuel? Ese es el escenario ideal para Peña Nieto, porque el voto antipeje es hoy más grande que el voto antipri.

Para decirlo con toda claridad, Andrés Manuel López Obrador no tiene ninguna posibilidad de ganar la elección presidencial del 2012 y él lo sabe porque entiende de encuestas. Además, los resultados en el Estado de México son un presagio de lo que le espera si es candidato. En 2006, López Obrador tuvo más de 2 millones y medio de votos y en 2011 Alejando Encinas tuvo aproximadamente un millón. ¿A dónde se fue el 60% de sus sufragantes? ¿Por qué los que votaron por él en la elección presidencial no lo hicieron por Encinas cinco años más tarde? ¿No es evidente para todos los ciudadanos la identidad de Alejandro con Andrés Manuel? Aquí debiera haber autocrítica, pero en lugar de eso, el pejismo reparte culpas sin ton ni son. Colmenares afirma que “es absurdo” responsabilizar a AMLO por lo ocurrido en Edomex a pesar de que se hizo lo que él quiso: sólo PRD, PT y Convergencia y con el candidato que propuso -quien hizo buen papel, por cierto.

Un dato más. Natalia hace suya la queja de AMLO contra los medios por responsabilizarlo de lo ocurrido en el Estado de México. Pero si haber reventado la alianza con el PAN, determinar coalición y candidato no les parece suficiente para tener responsabilidad, quizás la memoria contribuya: el propio político tabasqueño afirmo que él sería el responsable en caso de derrota es esa entidad (Milenio, nota de Arturo Morales, 3 de abril de 2011). Aclaro que si demando una autocrítica seria sobre lo ocurrido no es para avivar la lucha interna sino para corregir lo que se ha hecho mal, para no cometer los mismos errores. Si todo es culpa de la mafia, entonces no falló la estrategia. Eso es autoengañarse.

Y hablando de autoengaños. Colmenares afirma que AMLO debe ser candidato, entre otras cosas, porque ahora tiene una estructura que no tenía en el 2006, avalando así el dicho del tabasqueño. Es falso. Andrés tuvo en esa fecha a su disposición el PRD y lo marginó de la cobertura de casillas y de la promoción del voto. Hizo estructuras paralelas que no sirvieron. Un fraude comprobado fue el que le hizo su amigo, Alberto Pérez Mendoza, quien rechazó miles y miles de propuestas de perredistas para representantes. En efecto, Pérez Mendoza registro al (casi) 100% -y hasta les pagó, dice-, pero la mitad no se presentó. Tuve que salir al quite como representante distrital en Sonora con sólo el 30% de las actas. Y sospecho que algo similar ocurre con Morena. ¿Cuánto pesó esa organización en el Estado de México? Los votos de Encinas son prácticamente los mismos que la suma de los que tuvieron PRD, PT y Convergencia en el 2009. Mucho me temo que la inmensa mayoría son militantes de alguno de los partidos y hay poco ciudadanos.

Natalia se imagina que yo iba a estar furioso por lo dado a conocer en Reforma. Se equivocó. Lo ahí publicado confirma lo que he dicho desde hace mucho. La verdad es que en México pocos se sorprenderían de que AMLO fuera candidato a pesar de que eso significara incumplir con su palabra. Se lo dije a Federico Arreola desde el martes que abrió fuego contra Manuel Camacho y Marcelo Ebrad, un día después, por cierto, de la citada reunión. Escribí hace años que su frase “el mejor posicionado” era el equivalente a la de “que me den por muerto”. Y así será con la de “mi última elección es la del 2012”, pues Andrés Manuel sabe que no gana ésta, pero quiere prevalecer para la siguiente. La candidatura la busca para mantenerse como símbolo, para seguir siendo el principal opositor, para hacer de su movimiento un partido, su partido. Pero ninguna causa personal vale el regreso del viejo régimen e hipotecar el futuro de los mexicanos.

También se equivoca Colmenares en calificarme como perredista “antipejista”. Con ello expresa la incapacidad del pejismo para aceptar que Andrés Manuel es sujeto, como cualquier otro mortal, a la crítica. La razón de mis cuestionamientos al excandidato presidencial ha sido prolijamente señalada, analizada y sustentada por un servidor: el establecimiento de una estrategia desastrosa para la izquierda que empezó con el cierre de Reforma y que, a pesar de los pésimos resultados, se mantiene hasta la fecha y que en buena parte explica los 40 puntos de diferencia en el Estado de México. Por eso me he permitido hacer una analogía con la estrategia de Calderón que igualmente se mantiene tras cuarenta mil muertos y sin reducir ni el consumo ni el negocio de la droga. En cualquier país del mundo, ante las fallas de un gobierno, la gente voltea a ver al principal opositor. Pero en México en lugar de ver a López Obrador, voltearon a ver al pasado porque la estrategia de confrontación total que ha llevado el Peje lo anuló como opción y le abrió paso al PRI. Por eso no me puedo quedar callado. Si él rectifica, por supuesto que lo reconoceré, como reconozco sus méritos; por ejemplo el de poner en primer plano la terrible desigualdad en México y los insultantes privilegios que goza una casta política y económica.

Sobre el “debate” que me propuso Natalia Colmenares, lo acepté de buena gana, aunque hice esfuerzos junto con otros tuiteros para que éste se llevara por video y se diera de una manera más ordenada, plena y sustanciosa. Incluso hubo gentiles ofrecimientos para subirlo a la red y transmitirlo en vivo, como la de “redsieteradio”, pero ella insistió en que sólo fuera un intercambio de tuits. Acepté porque siempre será mejor dialogar a no hacerlo. Así que nos veremos el próximo lunes a las 11 am en el twitter para intercambiar opiniones y argumentos sobre “la forma en la que el PRD elegirá a su candidato (presidencial)”. El hashtag para seguirlo será #izquierda2012.

Sólo me resta reconocer y agradecer a Natalia Colmenares por sus argumentos expresados con respeto, así como por su contribución a un debate necesario en la izquierda.

Fernando Belaunzarán